Respiración… Una forma de iniciar.
- sincroniahumana
- 10 dic 2016
- 2 Min. de lectura

Disciplinas como el Yoga, Taichi, Chi Kung o Qi Gong y Meditación entre otras, en las cuales incluimos por supuesto el TANTRA, aplican técnicas de respiración. Relajación y respiración van unidas, de la misma manera que el estrés modifica la respiración, modificar la respiración puede aliviar el estrés; las técnicas respiración son la mejor forma de encontrar equilibrio y permitir el flujo de la energía, convirtiéndose en un auténtico caudal de paz que aporta salud y vitalidad.
Una respiración amplia y pausada afecta positivamente a nuestro sistema nervioso, combate el estrés, aquieta la mente y produce la relajación. Si practicas disciplinas de las antes mencionadas o no, es indiferente, ya que el respirar hace parte de nuestro mecanismo de vida, pero cuando lo hacemos conscientemente el impacto en todos nuestros sistemas, emociones y pensamientos es directo.
Si eres nuevo en esto, aquí van algunas recomendaciones, que puedes aplicar en cualquier momento del día, sin necesidad de grandes elaboraciones, pero que pueden ser altamente efectivas para encontrar estados de equilibrio y calma, lucidez mental y elevar tus niveles de energía.
Estírate y mueve un poco para despertar tu cuerpo como preámbulo. (no son estiramientos de gimnasia, son pequeños movimientos en las articulaciones y músculos: cuello, hombros, muñecas, mandíbula, labios etc.)
Adquiere una postura cómoda sin presionar el pecho ni el abdomen.
Preferentemente cierra los parpados y atenúa el nivel de luz en el lugar que estés.
Haz una inspiración profunda y suelta todo el aire por la boca, como haciendo un suspiro. Luego siente el peso de tu cuerpo, y deja que pese.
Comienza a respirar naturalmente, tomando conciencia de tu respiración, si es rápida o lenta, si es profunda o superficial,… y no la juzgues de momento sólo obsérvala.
Si ves que tu mente se distrae, simplemente vuelve a sentir tu respiración.
Luego inhala por la nariz y exhala por la boca un más lentamente y con un ritmo regular.
Después de unas inhalaciones y exhalaciones más lentas observa esa pausa que se da al final de la exhalación, justo antes de inhalar. Percátate de las sensaciones de tu cuerpo durante esa pausa (no la alargues, deja que sea natural). En ella es cuando la relajación es más profunda.
Finalmente deja de intervenir en la respiración, deja que se haga de forma natural.
Comienza poco a poco, dedicándole unos 5 al día. En la medida que adquieras más experiencia alargarás las sesiones y la aplicaras en varios contextos, experimentando resultados fantásticos en tu vida.
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